Paul y Ceci viajaron desde Estados Unidos hasta el País Vasco con una idea clara: vivir una pedida de mano inolvidable en uno de los lugares más mágicos de Euskadi. Pero a veces las mejores historias empiezan con un poco de aventura…

Llegaron con prisa, después de un retraso inesperado, justo cuando estaban a punto de cerrar el acceso a San Juan de Gaztelugatxe. Aun así, logramos entrar a tiempo y, con el sol ya comenzando a bajar, corrimos —literalmente— hacia el mirador para no perder esa luz dorada que hacía que todo pareciera sacado de una película.
Entre el viento suave, el sonido del mar y los últimos minutos de luz perfecta, Paul se arrodilló frente a Ceci. Su sorpresa fue absoluta. Entre risas nerviosas, lágrimas y un “sí” lleno de emoción, el mundo pareció detenerse por un instante. Fue un momento auténtico, intenso y precioso de presenciar.
Después de la pedida, todavía con la adrenalina en el cuerpo, decidimos continuar la sesión en la Playa de Bakio, muy cerca de allí. La arena, el color del cielo y el mar al atardecer crearon el escenario ideal para sus primeras fotos como pareja comprometida. Paul y Ceci no podían dejar de mirarse, completamente felices por cómo había salido todo, incluso con las prisas y el estrés del inicio.
Gracias, Paul y Ceci, por permitirnos acompañaros en esta historia tan especial.
Si tú también sueñas con una pedida de mano íntima, emotiva y llena de belleza, te invitamos a descubrir nuestros reportajes de pedidas en Bilbao y la Costa Vasca.
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